DISCURSO ACTO EXALTACIÓN FESTERA

Celebrada en el Teatro Circo el 3 de julio de 2017

 

Excmo. Sr. Alcalde, Ilustrísimo Sr. Síndico Portador de la Gloriosa Enseña del Oriol, Ilustrísimo Caballero Cubierto, Presidente Honorífico de la Asociación de Fiestas, Presidente de la Asociación, Armengolas, Embajadores Moro y Cristiano, Abanderadas y Abanderados y cargos festeros, Autoridades, Amigos

Desde el momento en el que me dieron la noticia del nombramiento como Armengola 2017, mi mente ha sido invadida por una pregunta:

¿por qué yo?

 Deben entender que mi pensamiento tiene una parte matemática y que normalmente suelo buscar soluciones siguiendo las reglas de la lógica. Entre tantas emociones que afloraban por mi cuerpo, era el temor y la inseguridad las que hacían que la duda sobre mi futura condición de Armengola se hiciese presente. Pero aquella noticia del 6 de febrero también me produjo mucha emoción, lo cual hizo que me formulara la siguiente cuestión:

¿y por qué no?

Si echamos la vista atrás y analizamos a la persona que se encarna tras el sobrenombre de Armengola, Hermenegilda Eugenia, recordaremos que era una mujer sencilla, inteligente, cercana, protectora y  audaz. Este hecho llamó mi atención, y fue entonces cuando reformulé mi punto de vista: ¿Acaso no soy una mujer oriolana que ama a su pueblo? ¿Acaso no disfruto de las tradiciones de Orihuela, de sus gentes o de su cultura? Es más, en mi día a día, ¿no lucho contra las adversidades que nos da la vida, persiguiendo siempre la felicidad de los que me rodean? He aquí la anhelada respuesta, la Armengola no era la mujer más destacada de la Uryula Medieval, era una mujer humilde que cuando el destino llamó a su puerta tuvo el valor de hacerle frente a la adversidad, tomar el control y actuar en pro del bien común, tal y como nos ocurre en la actualidad a muchas mujeres a lo largo de nuestras vidas. No, definitivamente no soy una heroína al más puro estilo medieval, soy Concepción Cabrera Irles, Conchi, una oriolana de los pies a la cabeza, criada en el seno de una humilde familia del barrio de San Francisco, amante de la gastronomía, las tradiciones y la cultura oriolana. Soy una de las muchas mujeres festeras que esperan la salida del pájaro debajo del balcón del ayuntamiento la noche del 16 de julio; de las que puedes encontrar disfrazada en la retreta; de las que combate el sofocante calor del día del pájaro con agua o con, llamémoslo bebidas isotónicas para festeros; es fácil encontrarme en la entrada cristiana desfilando en el centro de la fila “Walkirias”; y por supuesto bailando, cocinando, comiendo o ayudando a montar la decoración del cuartel. En definitiva soy la representación estándar de la mujer oriolana en la fiesta. Cualquiera de ellas merecedora de tan importante nombramiento.

Mi relación con la educación me dice que el ambiente, la familia, los amigos… tu realidad vital en una palabra, te forma y deja una huella en tu vida. Yo no sería la persona que les he presentado si no hubiese crecido al lado de esa maravillosa familia que tengo y que me completa para ser como soy. Me refiero a mis padres, mis hermanos, mi marido y mis hijas.

Todos y cada uno de ellos, me han aportado muchas de las virtudes que pienso que engloban mi persona, de la cual, gracias a ellos, me siento muy orgullosa.

De mi padre, siempre he valorado su espíritu luchador y protector hacia su familia, sus amigos y su trabajo. De mi madre, remarcaría su inteligencia y su sentido de responsabilidad. A mis hermanos también los admiro, destacando en MªCarmen su humildad; en Manuel, su tranquilidad; y en Antonio, su locura. En mi marido Miguel, sobresale la pasión, cualidad que le ha convertido en mi mejor amigo, confidente y amante.  Mis hijas María y Conchi me aportan la alegría, el entusiasmo y la simpatía que necesita mi vida. Las dos son mi amor incondicional. Públicamente os digo que gracias a vosotros soy como soy y hoy, estoy aquí como Armengola 2017 de la Ciudad de Orihuela. ¡Os quiero muchísimo!

Por otro lado y aunque sé que el nombramiento de Armengola es un título nominativo, quisiera compartir este gran honor, puesto que no cabe duda de que este nombramiento no es únicamente para mí, sino que se trata de un reconocimiento hacia toda mi familia y, por supuesto, hacia mi comparsa con la que estoy vinculada ininterrumpidamente desde el día de mi nacimiento. Con apenas 3 años, desfilé de la mano de mi padre cuando fue Embajador Cristiano en el año 1980. Él es el causante de la pasión que siento por las Fiestas de Moros y Cristianos. Más tarde, este sentimiento por la fiesta fue creciendo dentro de mí con cada baile, con cada ofrenda de flores, con cada “lado rosa”. Cierro los ojos y volviendo la vista atrás, abriendo el baúl de la memoria, recuerdo cientos de imágenes en nuestro cuartel. Recuerdo la elaboración de una tortilla de patatas de 2 metros de diámetro; recuerdo las sueltas de vaquillas y como de la mano de mi padre, de mis tíos, de mis primos, de mis amigos toreábamos con más o menos miedo aquellos “mihuras”; recuerdo las batallas de globos con los Templarios; las fiestas de la espuma; las noches en vela bailando, hablando y riendo con mis amigas; recuerdo que al volver de hacer el paseíllo por todas las kábilas y cuarteles de Orihuela, formábamos en la gasolinera de San Francisco y subíamos hasta la comparsa al ritmo de marchas cristianas; recuerdo ese limón granizado antes de desfilar y las batallas previas por conseguir las botas de número 41 para el desfile; en definitiva, Seguidores, os recuerdo a todos y cada uno de vosotros. Este año la comparsa que lleva los nombres de los dos capitanes cristianos que acompañaron a la Armengola en aquella mágica noche del 16 de julio, acompañará, como lo han estado haciendo incondicionalmente durante 26 años, a la Armengola de Orihuela; la diferencia es que la Armengola no dejará de pensar en sus Seguidores durante todos y cada uno de los actos que se engloban dentro y fuera de las Fiestas de la Reconquista. 

Pero todos esos recuerdos que he citado anteriormente no serían posibles sin la Fiesta. Por todos es conocido que aquella idea nacida en la trastienda de una librería oriolana, hoy día cuenta con la Declaración de Interés Turístico Nacional. Este hecho hay que agradecérselo al Ayuntamiento y a los miembros de la Comisión que han trabajado por este reconocimiento, pero también hay que agradecérselo al festero de a pie, al que monta la kábila, al que cocina. Hay que agradecérselo a los festeros y festeras que enseñan a sus hijos a crecer con la fiesta, a disfrutar de la fiesta; hay que agradecérselo a la alegría contrabandista, a la hermandad de los Templarios, a la generosidad de los Caballeros del Rey Fernando, al buen hacer de los Caballeros de Tadmir, a la templanza de los Caballeros del Oriol, a la entrega de los Piratas, a la camaradería de los Caballeros de Santiago y a la pasión de los Seguidores. Por supuesto, hay que agradecérselo también al sentimiento Abdelazí, a la majestuosidad de los Moros Realistas, a la fortaleza beduina, al colorido almorávide, a la sabiduría de los Viejos de Aben Mohor, a la simpatía de los Nazaríes, a la elegancia de los Escorpiones, a la picaresca de los Almohábenos, a la espectacularidad de los Negros, a la motivación Muladí  y a la sobriedad de los Moros Jalamed. Gracias a todos ellos el techo de las Fiestas de la Reconquista está por descubrir.

No quisiera finalizar estas palabras sin hacer referencia a mis acompañantes en esta maravillosa experiencia: José Manuel y Rafael. Estoy convencida de que con vuestra simpatía, experiencia, ingenio y buen hacer, y respaldado por esas grandes comparsas de Orihuela, dejaréis el listón de la fiesta muy alto. Del mismo que no puedo concluir sin agradecer a nuestro presidente, Pepe Vegara, y a toda su Junta Directiva su apuesta hacia mi persona en su primer año al frente de la Asociación, así como el cariño, la calidez y el acompañamiento que estoy recibiendo por su parte.  ¡Gracias!

Hoy es una noche especial. Es una noche para decirle a Orihuela que los Moros y Cristianos están aquí; para dejar a un lado los hábitos del día a día y dejarse cautivar por el sentimiento festero; para ilusionarse con el presente y el futuro que vemos reflejado en estas abanderadas y cargos festeros; es una noche donde la leyenda y la historia se hacen presentes; es una noche para gritar sin miedo y con orgullo

¡Arriba la Fiesta!.

 CONCHITA CABRERA IRLES

Armengola 2017

 

CARTEL 2019

Autor: Orest Derekn

Spot Fiestas 2018

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